Ya sea para atender solicitudes, comunicar fallos, aplaudir logros o comprender asuntos puntuales, la escucha activa es un elemento integral en nuestro desarrollo humano y laboral.
Al escuchar, aprendemos y demostramos
No es posible realizar una escucha activa con sólo desearlo. Es necesario generar ciertos hábitos que bien podríamos desarrollar por medio de sesiones de Coaching.
Para reconocer nuestra capacidad ante los hábitos que requiere la escucha activa podemos mencionar que es necesario comenzar con una actitud de apertura ante todo lo que se pueda presentar en el entorno laboral.
La escucha activa presupone una atención a todas las caras de los hechos, incluyendo las que nos desagradan. Cumpliendo con esta primera base es posible avanzar a muchas más posibilidades.
Otro hábito que permite gestionar una escucha activa es generar una curiosidad en los pequeños detalles de las cosas a las que nos hemos habituado. La curiosidad no es sólo preguntar por qué de manera insistente: es atender a nuestras pequeñas dudas que por falta de tiempo siempre hemos dejado para otra ocasión.
Date la oportunidad de buscar las respuestas que siempre has buscado.
Un modo de reforzar la apertura y la curiosidad que nos permiten lograr una escucha activa es la posibilidad de tomar notas de aquello que nos ha llamado la atención.
Con ello no solo tendrás la posibilidad de ahondar en detalles, sino que generarás una sensación de reconocimiento que podrá mostrarse como un primer fruto de la escucha activa.
Escucha y mejora tus conversaciones
Escuchar activamente no sólo significa saber poner atención, también implica saber obtener respuestas más satisfactorias que sobrepasen el Sí y el No. Para ello es importante aprender a plantear preguntas abiertas y a realizar preguntas sinceras a partir de las respuestas ofrecidas.
Básicamente es aplicar la actitud de apertura y la curiosidad con las personas de nuestro entorno. Mantener este hábito te permitirá acercarte más a tus colaboradores en toda circunstancia.
Con ello será posible celebrar triunfos y entender conflictos de los que quizá no tenías mucha noticia.
Puede convertirse en el punto de partida para desarrollar una mejor respuesta ante los requerimientos de la organización y por supuesto de todo tu equipo de trabajo.
Escucha atentamente y practica el reconocimiento laboral.
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