Ser un líder empresarial efectivo requiere años de práctica.
La razón principal por la que lleva tanto tiempo es porque el liderazgo requiere equilibrar una serie de habilidades, las cuales requieren su propia curva de aprendizaje.
De hecho, habilidades ni siquiera es la mejor palabra para ello. Realmente son más virtudes que cualquier otra cosa.
Una de las características más importantes de un líder empresarial es la autoconciencia y la capacidad de comprender sus propias fortalezas y debilidades.
Todo líder efectivo tiene que aprender a tomar decisiones rápidas y acertadas. Por miedo a tomar una decisión equivocada, terminan posponiendo la adopción de medidas, causando un problema mayor.
Los líderes efectivos a menudo aprenden esta lección de manera difícil y una vez que lo hacen, saben el valor de moverse con rapidez y confianza, incluso si no están completamente seguros de su dirección. Saben que cualquier dirección es mejor que ninguna.
Tratar a los demás por igual, sin importar las circunstancias, es una característica imprescindible de cualquier líder efectivo. Sin equidad tienes subjetividad, y la subjetividad es muy difícil de escalar. Como líder, no puedes darte el lujo de mirar cada situación, conflicto o problema personal con un ojo detallado.
Lo más importante es contar con principios y prácticas que aseguren el alcance de los resultados deseados. Esto significa manejar los problemas internos de la organización con principios claramente establecidos.
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